El domingo, a eso de las dos de la tarde vino a este mundo Hanna Carmen, una preciosidad de bebé que tardó más de lo previsto en nacer. Pero al final ya está aquí, que es lo importante, haciendo más feliz si cabe a sus papis y emocionando hasta las lágrimas a sus tías. Lo mejor de su existencia es la esperanza que transmite a los que tenemos conciencia sobre el mundo en el que vivimos. Muchas veces he pensado que para traer a un hijo a este mundo hay que estar loco o ser un inconsciente, pero por suerte siempre tengo a alguien a mi lado que me recuerda que el mundo es hoy mejor que ayer y que seguirá evolucionando y mejorando. Y con la llegada de Hanna Carmen, llega un miembro más de una generación que, quién sabe, igual cambia para mejor este planeta. Ojalá.
Mientras llega el momento y lo descubrimos, sólo puedo decir que bienvenida pequeña. Haces que el mundo sea mejor contigo en el.
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